Si tuviera que recolectar todos los desechos en el océano, alrededor del 10% sería nailon. El nailon es una fibra sintética hecha de polímeros que no se descomponen fácilmente. El nailon se usa comúnmente en las redes de pesca, que a menudo se desechan sin cuidado. Según la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales, cada año se vierten en los océanos más de 600,000 toneladas de artes de pesca. El nailon se desecha con tanta frecuencia porque es difícil y costoso de reciclar. Los polímeros, que componen el nailon, son en realidad más baratos para comprar nuevos. También existen problemas de contaminación en torno al proceso de reciclaje: el nailon tiene un punto de fusión bajo, lo que significa que las bacterias pueden sobrevivir en el material incluso si se derrite. Esto significa que el nailon debe limpiarse rigurosamente antes de reciclarse. Esta es la razón por la cual las redes de pesca, que han sido arrastradas por el fondo del océano, un bote y llenas de pescado, son difíciles y costosas de limpiar.

Una empresa está trabajando para cambiar este problema. Bureo es una empresa con sede en Los Ángeles que utiliza nailon reciclado para fabricar patinetas y gafas de sol. Consiguen las redes de Chile, donde pagan a los pescadores locales para que las recojan. Bureo también apoya el modelo de economía circular: las gafas de sol vienen con una garantía de por vida y repararán cualquier par sin cargo o lo reemplazarán si es necesario. Los marcos viejos luego se reciclan.

Hay otras empresas que trabajan para incluir más nailon reciclado en sus líneas de moda, incluidas Patagonia, Speedo y Aquafil. El principal desafío es crear productos con material reciclado que funcionen como nuevos.