La moda rápida, que ha estado cobrando impulso durante muchos años, recientemente parece estar desacelerándose. Es sorprendente lo poco que sabemos sobre el origen de nuestra ropa, quién la hizo y de qué está hecha. El hecho de que algo sea barato no significa necesariamente que tenga un buen valor. En muchos países donde se produce moda rápida, los trabajadores de la confección ganan salarios extremadamente bajos y, a menudo, trabajan en condiciones deplorables y peligrosas. Hoy en día, cuando vemos un artículo que tiene un precio más alto, a menudo pensamos que es demasiado pagar por ese artículo, cuando en realidad la única razón por la que tenemos ropa barata es porque a los trabajadores de la confección se les paga muy poco en comparación con la cantidad de ropa que se vende.

La moda rápida también es conocida por usar textiles hechos por el hombre en lugar de fibras naturales, lo que daña el medio ambiente. Por ejemplo, el acrílico no es biodegradable y se acumulará en los vertederos para contribuir al calentamiento global.

Pero ahora, la moda lenta y sostenible está emergiendo como líder en el mundo actual, cada vez más consciente del medio ambiente. Desafortunadamente, sin embargo, todavía no estamos cerca de la economía de la moda del pasado. Podemos comprar ropa tan barata debido a la larga cadena de suministro global que se involucra en prácticas que pueden afectar negativamente a las personas y al planeta.

El primer paso para hacer un cambio es la conciencia. El simple hecho de estar informado y ser consciente de los hechos que rodean la moda rápida ayudará a reducir las compras innecesarias y desinformadas.