Nuestra actual cultura de ropa de moda rápida se está volviendo cada vez más difícil de mantener. La ropa nunca se anuncia como 'de usar y tirar' o desechable y, sin embargo, gran parte de la moda en las tiendas de hoy en día no se crea para durar más de una temporada de uso. Los materiales económicos se disfrazan como contrapartes más caras, lo que significa que más personas (al menos en los países desarrollados) pueden permitirse el lujo de imitar la moda de la calle. Desafortunadamente, esto da como resultado una construcción comprometida y, a menudo, utiliza mano de obra barata para producir.

La moda es más que tela; es un producto con una importante huella ecológica que engloba uso de agua, recursos, mano de obra y energía. En cada etapa existe la posibilidad de reducir costos para producir más ropa por menos dinero, pero estos costos vienen con una cierta cantidad de desperdicio. Por ejemplo, ¿sabía que alrededor del quince por ciento de la tela que se usa para hacer una prenda de vestir no se usa? Hay muchas maneras de aprovechar este exceso de tela, incluido el refuerzo de partes de las prendas para hacerlas más duraderas.

La ropa a menudo se tira porque las reparaciones visibles se consideran feas y disminuyen el valor de la prenda. Es importante considerar cómo podría diseñarse la ropa que incorpore reparaciones en el aspecto general del artículo. Por ejemplo, parches que se desvanecen con el tiempo para combinar con el color general de la ropa.

Aunque el diseño para la sostenibilidad parece una tendencia reciente, en realidad existe desde hace siglos. Este tipo de diseño en realidad puede apoyar un estilo de vida más sostenible. Diseñar ropa que realmente pueda cambiar con el tiempo, ya sea usando exceso de material incorporado en la prenda o preparándola para reparaciones visibles, permitirá que la ropa dure más.