More Resources

News

El estado global de la ropa y los productos de segunda mano, parte 2 (tendencias, políticas e innovaciones que impulsan el futuro de la moda circular)

Europa: Moda circular y liderazgo en políticas

Europa sigue liderando las conversaciones globales sobre textiles circulares. La Estrategia de la Unión Europea para Textiles Sostenibles y Circulares (2022) establece una hoja de ruta ambiciosa que prioriza la durabilidad, reparabilidad, reutilización y reciclaje.

Nuevas medidas, como la prohibición de destruir textiles no vendidos para grandes empresas a partir de 2026, reflejan una región decidida a abordar la sobreproducción y los excedentes desde su origen.

Banderas en un mapa que representan los países de la Unión Europea involucrados en el estado global de la ropa de segunda mano.

Países como Alemania, Francia, los Países Bajos y los países nórdicos se han posicionado como líderes, con sistemas avanzados de recolección, una fuerte cultura de reventa y plataformas como Vinted y Vestiaire Collective, que están moldeando el comportamiento del consumidor.

Las marcas europeas están incorporando la reventa dentro de sus propios modelos de negocio, lanzando programas de recompra o tiendas de reventa donde los clientes pueden devolver artículos usados a cambio de crédito.

Este enfoque de “reventa como servicio” marca un cambio importante: la segunda mano ya no es competencia, sino parte integral del modelo empresarial.

Asia del Sur y Sudeste Asiático: Producción, reciclaje y consumo

En Asia del Sur, donde países como India y Bangladés dominan la producción textil, la demanda de bienes de segunda mano está creciendo rápidamente.

Para muchos consumidores, la asequibilidad es el principal factor; para los más jóvenes, la moda vintage y las marcas de reventa aportan un valor aspiracional. Sin embargo, la región enfrenta el desafío de equilibrar la producción nueva, las importaciones de excedentes y la capacidad limitada de reciclaje.

Banderas que representan los países del Sudeste Asiático involucrados en el estado global de la ropa de segunda mano.

Mientras tanto, el Sudeste Asiático está emergiendo como un centro para la reutilización y el reciclaje textil. Según el programa Switch Asia, el modelo económico textil y de confección en muchos países del sudeste asiático sigue siendo altamente lineal: “extraer, fabricar, usar y desechar”, con una degradación ambiental frecuente.

El sector textil de Vietnam emplea a más de 2 millones de trabajadores y representa aproximadamente el 15% del PIB, lo que demuestra que la fabricación textil sigue siendo un pilar económico incluso en medio de las primeras transiciones hacia la circularidad.

A nivel local, los mercados informales y los vendedores ambulantes continúan dominando la reventa, lo que subraya la importancia de impulsar la circularidad no solo mediante políticas nacionales, sino también a través de prácticas comunitarias.

Plataformas digitales de reventa y tecnología

Las plataformas digitales de reventa están transformando los hábitos de consumo a nivel global. Aplicaciones como Vinted, ThredUp y Depop han normalizado la compra de segunda mano, haciéndola tan práctica como comprar ropa nueva.

La tecnología juega un papel esencial: los sistemas de clasificación y evaluación impulsados por inteligencia artificial agilizan las operaciones, mientras que el blockchain y las herramientas de trazabilidad ayudan a garantizar la autenticidad y generar confianza.

Nuevas plataformas regionales en Europa y Asia están desafiando a los grandes actores globales, ofreciendo experiencias adaptadas a los sistemas de pago y redes logísticas locales.

Sin embargo, persisten las preocupaciones sobre las emisiones del transporte. Las plataformas están respondiendo con entregas agrupadas, centros logísticos regionales y empaques sostenibles, reconociendo que el futuro de la reventa también debe ser consciente del clima.

Infraestructura, reciclaje y circularidad

Uno de los mayores desafíos globales sigue siendo el reciclaje textil. En Europa, cada persona genera alrededor de 16 kg de residuos textiles al año, pero solo 4,4 kg se recolectan por separado para su reutilización o reciclaje.

Aún más preocupante: menos del 1% de los textiles se reciclan para producir nuevas prendas.

Las innovaciones comienzan a ofrecer soluciones. El reciclaje mecánico está bien establecido, aunque tiene dificultades con los tejidos mezclados; en cambio, el reciclaje químico y enzimático muestra gran potencial para la regeneración fibra a fibra.

Las alianzas público-privadas son esenciales en este proceso: los gobiernos aportan financiación y regulación, mientras que las empresas privadas contribuyen con tecnología e inversión.

Las regiones que han logrado reducir su dependencia de los vertederos demuestran la importancia de sistemas de recolección consistentes, flujos de residuos trazables y responsabilidad del productor mediante esquemas REP.

Movimientos comunitarios, cultura y comportamiento del consumidor

Mientras las políticas y las plataformas transforman la industria desde arriba, los movimientos de base están impulsando el cambio cultural desde abajo.

En Europa, iniciativas como los intercambios de ropa, los cafés de reparación y las comunidades de “slow fashion” están ganando popularidad.

En Asia, las culturas juveniles de thrift y upcycling mezclan prácticas tradicionales con la estética moderna del streetwear y el comercio digital.

Las diferencias generacionales son claras: los jóvenes no solo aceptan la ropa de segunda mano, sino que la consideran una declaración de identidad y valores, mientras que las generaciones mayores aún pueden mantener estigmas sobre la “ropa usada”.

Las ONG y grupos de defensa amplifican estos cambios, promoviendo transparencia en los flujos textiles globales y fomentando programas comunitarios de recolección y reparación.

Abundan los casos de éxito: en Europa, empresas sociales emplean a grupos vulnerables para clasificar y reacondicionar textiles, mientras que en el Sudeste Asiático, artesanos locales transforman excedentes en bolsos, colchas y piezas de patchwork, combinando circularidad y arte cultural.

Perspectiva a futuro

De cara al futuro, el mercado de segunda mano no muestra señales de desaceleración.

Segunda mano, compras vintage, slow fashion, concepto de moda sostenible. Pila de jeans azules antiguos con las palabras “second hand.”

La alineación de políticas globales será crucial. Se están discutiendo regulaciones comerciales más estrictas, definiciones armonizadas de residuos y marcos de responsabilidad del productor.
Mientras tanto, la volatilidad económica, los aranceles y la inflación seguirán empujando a los consumidores hacia la segunda mano como una alternativa asequible y sostenible.

Para Bank & Vogue, la oportunidad radica en mantenerse a la vanguardia de estos cambios: ampliando la logística global, publicando análisis basados en datos y desarrollando nuevas soluciones circulares.

Como señala su cofundador, Steven Bethell:

“Los artículos que consumes pueden ser parte no solo de una economía regenerativa, sino también de una economía restaurativa.”

Conoce más sobre nuestra misión de apoyar la sostenibilidad y ayúdanos a transformar la industria de la moda hacia un enfoque más circular.

Share This